Presuntamente, habían presentado datos falsos sobre sendas compañías con el objetivo de recibir más fondos gubernamentales.
La crisis sanitaria del coronavirus ha causado estragos en la economía mundial, que está sufriendo la mayor recesión de los últimos tiempos. Para hacer frente a esta hecatombe, que ha destruido millones de empleos y ha llevado al cierre de empresas, los gobiernos se han visto obligados a lanzar programas de ayuda. Tal ha sido el caso de Estados Unidos, que dio luz verde a finales de marzo a un primer plan de estímulo dotado de 2,2 billones de dólares, el mayor rescate económico de la historia del país.
Entre las medidas aprobadas se incluyó el denominado “Programa de Protección de Nóminas” (PPP, en sus siglas inglesas). Si bien, como su nombre indica, esta ayuda debe ir destinada especialmente a pagar el sueldo a los empleados, algunos beneficiarios han hecho un mal uso del dinero. Tal ha sido el caso de David T. Hines, que utilizó parte de los fondos en comprarse un carísimo Lamborghini Huracán y otros lujos.
El joven, de 29 años, residente en Miami ha sido arrestado esta misma semana y se enfrenta cargos criminales por fraude bancario. Mediante datos falsos sobre su empresa, el acusado solicitó unos 13,5 millones de dólares de los préstamos PPP y, a los pocos días de recibir los fondos asignados, registró conjuntamente a su nombre y al de una de sus compañías el citado superdeportivo, por el que abonó 318.000 dólares. Hines no realizó los pagos de nómina debidos y se dedicó a “hacer compras en tiendas de lujo y complejos turísticos en Miami Beach”, detalló la Fiscalía del Distrito Sur de Florida.
No es la primera vez que se da un caso de esta índole al otro lado del Atlántico. De hecho, a mediados de mayo, se conoció uno más sonado en Estados Unidos, protagonizado por Maurice Fayne, participante del reality televisivo norteamericano Love & Hip Hop: Atlanta. Como propietario de la empresa de transportes Flame Trucking recibió un préstamo del gobierno de 2 millones de dólares para hacer frente a los gastos de la compañía durante la crisis del coronavirus.
Sin embargo, en lugar de destinar el montante a pagar nóminas y otras partidas autorizadas, se dedicó a gastar el dinero adquiriendo joyas, un Rolex y hasta un Rolls-Royce Wraith de 2019. Cabe señalar que presuntamente el acusado mintió en la documentación presentada para pedir las ayudas. Según publican algunos medios locales, la empresa de Fayne tiene una flota compuesta por solo tres camiones y cuenta con otros tantos conductores. Unos datos que están lejos de los indicados en la solicitud del préstamo, donde dijo que empleaba a 107 personas con una nómina mensual promedio de 1,49 millones de dólares.
Tanto el Lamborghini Huracán como el Rolls Royce Wraith son dos automóviles exclusivos al alcance de bolsillos privilegiados
Sin duda, tanto el Lamborghini como el Rolls Royce son dos automóviles exclusivos al alcance de bolsillos privilegiados. El Huracán es un superdeportivo con tracción trasera propulsado por un rutilante motor 5.2 V10 que desarrolla 610 CV de potencia y 560 Nm de par. Con una velocidad máxima 325 km/h, alcanza los 100 km/h desde parado en 3,3 segundos. Hay también una versión con tracción integral que desarrolla unos 640 CV y detiene el crono en 2,9 segundos.
El Wraith es un fabuloso coupé de dos puertas caracterizado por el lujo, las innovaciones tecnológicas y las altas prestaciones. Con un motor V12 de 624 CV, es el Rolls Royce más potente. Asociado a una transmisión automática ZF de ocho velocidades, desplaza la aguja del velocímetro de 0 a 100 en 4,4 segundos.